ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
Jan Suszkiw, (301) 504-1630,
jsuszkiw@ars.usda.gov
January 31, 2002
Agricultural Research Service scientists in Fargo, N.D., may
have found the mystery culprit behind unsightly blemishes that
began turning up on confection sunflower seeds in 1998.
At first, the prime suspect was a species of disease-causing
Alternaria fungus, a common pathogen of sunflower crops. But
studies by ARS scientists Thomas Gulya and Laurence Charlet with
the agency's Northern Crop Science Laboratory in Fargo
exonerated the fungus. When they sprayed sunflower
plants with fungicide and then examined the seeds later in the
season, many still harbored spots, otherwise known as kernel
brown spot. When the plants were sprayed with insecticide,
however, the incidence of blemishes dropped sharply.
Acting on a tip from commercial growers who reported an insect
damaging nearby canola crops, Gulya and Charlet focused their
attention on the Lygus bug. Its main claim to fame is pestering
cotton, even though dozens of crops can serve as hosts. In the
Northern Great Plains, where sunflowers are king,
the bug's mischief has primarily been confined to alfalfa and
canola crops--or so it was thought.
To find out, Gulya and Charlet conducted greenhouse experiments
in which Lygus bugs were placed on sunflower seedheads. They
then sealed cloth bags around the seedheads to confine the
insects. Checks of the seeds at maturity revealed tell tale
brown spots identical to those seen in field-grown seeds. The
spots caused by Lygus bug feeding are most likely the result of
digestive enzymes the pest injects to extract nutrients.
For growers who produce sunflowers for the confectionary snack
market, such damage can doom seed harvests to a less profitable
outlet: birdseed. A longer story about the scientists' detective
work appears in the February issue of Agricultural Research
magazine on the World Wide Web at:
http://www.ars.usda.gov/is/AR/archive/feb02/zero0202.htm
ARS is the U.S. Department of Agriculture's chief scientific
research agency.
Científicos identifican la peste
misteriosa del girasol
Servicio Noticiero del Servicio de Investigación Agrícola (ARS
siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en ingles)
Jan Suszkiw, (301) 504-1630,
jsuszkiw@ars.usda.gov
1 de febrero 2002
Los científicos del Servicio de
Investigaciones Agrícolas (ARS) en Fargo, Dakota del Norte,
habrán encontrado la peste misteriosa que ha causado unas
manchas cuales empezaron a aparecer en las semillas del girasol
en 1998.
El sospechoso principal fue una especie de hongo que causa la
enfermedad Alternaria, un patógeno común en las cosechas del
girasol. Pero estudios por los científicos Thomas Gulya y
Laurence Charlet del Laboratorio de la Ciencia de la Cosecha del
Norte en Fargo, exoneraron el hongo. Cuando
aplicaron las plantas del girasol con un fungicida y después
examinaron las semillas más después en la temporada, todavía
muchas de las semillas tenían las manchas, también conocido como
kernel brown spot. Sin embargo, cuando se aplicó un insecticida
a las plantas, la incidencia de las manchas rebajó
significativamente.
Con la sugerencia de los criadores comerciales quienes
reportaron un insecto que estuvo dañando las cosechas de la
nabina, Gulya y Charlet enfocaron su atención en el insecto
Lygus. Este insecto se conoce por amenazar el algodón, pero hay
varias otras cosechas que pueden ser atacadas. En la Zona de las
Praderas del Norte, donde el girasol es una cosecha muy
importante, el ataque del insecto ha sido primariamente en las
cosechas de la alfalfa y la nabina -- o así se pensaba.
Para averiguarlo, Gulya y Charlet condujeron experimentos en un
invernadero. El insecto Lygus fue puesto en las semillas del
girasol y entonces los científicos sellaron unas bolsas de tela
alrededor de las semillas para confinar los insectos adentro.
Cuando las semillas se maduraron, los científicos encontraron
las manchas marrones idénticas a las que habían en los campos
del girasol. Las manchas causadas por este insecto cuando se
alimentan probablemente son resultados de las enzimas digestivas
que el insecto inyecta para extraer los nutrimentos de la
semilla.
Para los criadores quienes producen el girasol para el mercado
de bocadillos, tal daño puede convertir las cosechas de semilla
a un mercado menos provechoso: alimento de pájaros. Más
información aparece en la revista Agricultural Research de
febrero y en la Internet en:
http://www.ars.usda.gov/is/AR/archive/feb02/zero0202.htm
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del
Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
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